Fecha de publicación: 4 septiembre, 2018 - Autor: Simon
Rosalía de Castro

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La poesía española moderna le debe muchísimo a dos autores del siglo XIX que, con sus poemas y versos, marcaron el inicio de la poesía tal y como la entendemos hoy en día en nuestro país. Uno de ellos fue Gustavo Adolfo Bécquer, el autor sevillano, romántico por excelencia en nuestro país y autor no solo de rimas, sino también de las espectaculares Leyendas que suponen una parte ineludible de nuestro folclore nacional. La otra gran figura que marca el advenimiento de la nueva poesía española no es otra que Rosalía de Castro, la poetisa gallega que, contra todo pronóstico, en una era todavía dominada por los hombres, consiguió convertirse no solo en una autora respetada y querida, sino también en un auténtico símbolo, especialmente en Galicia, donde ayudo a rescatar muchas grandes obras del gallego y sacarlas de nuevo a la luz.

Rosalía de Castro es una de esas figuras emblemáticas de nuestra literatura que, sin embargo, muchas veces se queda al margen de reconocimientos o pasa al más desapercibida que otras. Tal vez por el hecho de ser mujer y escribir como tal, o tal vez por haber desarrollado parte de su obra en su idioma materno, el gallego, algo que por otra parte le ha permitido ser sacralizada en su tierra como una de las más importantes autoras en ese idioma. De hecho, se considera de forma unánime que la obra Cantares Gallegos es la primera gran aportación de la literatura gallega contemporánea, un libro que además ha servido para seguir creando toda esa tendencia de escribir originalmente en gallego, algo que cada vez se hace menos, por desgracia, en estos tiempos que corren. Hoy vamos a analizar a fondo la figura de esta fascinante escritora, para conocerla un poco mejor.  

Biografía de Rosalía de Castro

Nacida en 1837 en Santiago de Compostela, en la región española de Galicia, Rosalía pasa su infancia en una pequeña aldea coruñesa donde conoce las dificultades de los gallegos rurales, pero también empiezan a entender su mitología, su cultura y su lengua. Esto causa un tremendo impacto en la niña, que aprende a hablar gallego y lo utiliza constantemente con su familia. Durante su juventud se muda a Santiago de Compostela, una ciudad mucho más cosmopolita, donde recibe cierta formación en dibujo y arte, y suele acudir habitualmente a las actividades culturales de la ciudad, donde coincide con otros jóvenes que también tenían interés en la cultura, como ella.

Posteriormente se mudó a Madrid y empezó a crear pequeñas poesías que iba publicando en folletines, ganándose el aprecio de algunos críticos, como Manuel Murgía, quien la anima a seguir escribiendo, casándose con ella poco después. Tuvieron varios hijos, algunos de ellos fallecieron al poco de nacer, y el matrimonio duró hasta los últimos días de la poetisa, que siguió publicando hasta su muerte, en 1885, antes siquiera de cumplir los cincuenta años. La salud de Rosalía no era precisamente buena en aquellos últimos años, lo que le impedía escribir con mayor asiduidad. Sin embargo, sus obras en gallego ya le habían dado la suficiente fama como para poder convertirse en un símbolo en su tierra, algo que se desarrolló mucho más después de su muerte.  

Obras de Rosalía de Castro

No era fácil, como ya podrás imaginar, ser escritora mujer en aquellos tiempos, en una sociedad en la que incluso se consideraba que ser mujer era cierta minusvalía, y que no tenían la suficiente capacidad creativa como para ser igual de inteligentes o culturalmente desarrolladas que los hombres. El sistema era así y por desgracia, muchas mujeres no pudieron destacar por sus propios méritos. No fueron muchas las obras que Rosalía de Castro publicó, pero aun así, algunas de ellas se han convertido, por derecho propio, en auténticas e incontestables obras maestras de nuestra literatura. En la prosa, por ejemplo, tenemos obras tan interesantes como Las Hijas del Mar o Flavio. Sin embargo, su parte más importante se encuentra en la poesía.

A lo largo de sus años, Rosalía de Castro publicó artículos y poemas en folletines y diarios, pero también lanzó sus propios poemarios completos. Follas Novas es uno de los más conocidas, con poesías en gallego, igual que Cantares Gallegos, su antecedente y seguramente su obra más popular, como veremos a continuación. Un año antes de morir, Rosalía todavía tuvo ocasión de publicar otro libro de poemas, esta vez todos en lengua castellana, titulado En las orillas del Sur, que se convirtió en su última obra y en parte importante de su legado para el resto de poetas que llegaron después.  

Cantares gallegos

Rosalía de Castro publicó Cantares Gallegos a mitad de la década de 1860, convirtiéndose en un éxito al instante en su Galicia natal y dando comienzo a la etapa del Rexurdimiento Pleno, donde tanto ella como otros compañeros de letras gallegas trajeron un nuevo aire a esta literatura. Los poemas de Cantares Gallegos tienen una gran musicalidad, ya que una de las influencias de la poetisa fueron las canciones que recordaba de su infancia. A través de estos poemas, Rosalía de Castro reivindicaba el mundo rural y tradicional como fuente de inspiración, respeto y orgullo. Así lo vieron también muchos compañeros lusos y catalanes, que empezaron a traducir sus versos para mostrar su belleza también en otras lenguas.  

Su influencia en la poesía

En aquellos últimos años, Rosalía de Castro ya consiguió bastante prestigio y popularidad como poetisa, aunque su vida no era precisamente la más cómoda, por la inestabilidad económica y las enfermedades que la acuciaban. Su influencia, sin embargo, ya se dejaba notar entre los poetas de la generación del 98 y sobre todo, posteriormente, en la del 27. Su legado ha sido muy inspirador para voces tan importantes como Lorca, Alberti o Machado, así como para otros poetas que también escribían en sus lenguas maternas, como Miguel D´Ors. Se la considera, junto a Bécquer, la iniciadora de la poesía moderna española, un título que ya habla de la magnitud que ha conseguido su figura.