Fecha de publicación: 4 febrero, 2020 - Autor: Simon
El retrato de Dorian Grey

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La literatura victoriana, desarrollada a finales del siglo XIX en Reino Unido, dejó destacados ejemplos de obras que hoy en día, más de un siglo después, siguen siendo inmortales. Géneros que nacían, como la ciencia ficción de la mano de H.G. Wells y su Máquina del Tiempo o La Guerra de los Mundos, y otros que se empezaban a desarrollar mucho más, como el terror sobrenatural, con obras como Drácula de Bram Stoker. La sombra de Charles Dickens también era muy alargada den esa etapa del país, pero aun así lograban aparecer nuevos literatos con ideas revolucionarias que cambiarían por completo la forma de entender la literatura. Desde la hornada femenina con Jane Austen o las hermanas Bromte hasta el ínclito Oscar Wilde, el verso suelto de su generación, un autor contestatario y antisistema por naturaleza, adicto a todo tipo de sustancias, que también supo crear algunas de las mejores obras de su generación.

Wilde es bien conocido por algunas obras de teatro, como Salomé o La Importancia de Llamarse Ernesto, una de las que mayor popularidad cosechó. También destacó como poeta, a lo largo de numerosas colecciones de poemas escritas a lo largo de su vida, que desde luego no fue fácil. Vivió como un hedonista hasta que fue encarcelado, acusado de ser homosexual. Tras salir de la cárcel se marchó a Francia, donde siguió escribiendo y murió, a los 46 años, en la más completa pobreza, como un indigente. Wilde solo escribió una novela en toda su vida, El Retrato de Dorian Gray, una obra que también le ha permitido ser inmortal, ya que su éxito, años después de su muerte, ha sido espectacular. Se trata de un relato peculiar, una versión victoriana del pacto fáustico, en la que Wilde nos habla de la belleza, la hipocresía de la sociedad y la parte oscura del ser humano.  

Contexto de la obra

Reino Unido era un país bastante convulso en la época en la que Wilde desarrolló esta novela. Su propia vida estaba constantemente atada a sus constantes devaneos con la justicia, por ser un alborotador y una persona que no temía hacerle frente al poder. Vivía como un auténtico hedonista, como un bohemio, un artista que aprovechaba cada momento de su vida para exprimirlo al máximo y buscaba la inspiración en la belleza, pero también en la oscuridad, en el peligro. La sociedad de su época era bastante hipócrita, porque los nobles y ricos realizaban pomposas fiestas para demostrar su poderío económico, en un Londres donde mucha gente ni siquiera tenía para comer. Esa ambición, esa hipocresía y esa necesidad social de mostrar nuestra mejor cara sirvieron de base a Wilde para El Retrato de Dorian Gray.  

Resumen de El Retrato de Dorian Grey

La historia nos presenta a Dorian Gray, un joven de belleza espectacular que es pintado por un artista llamado Basil Hallward, quien ha quedado fuertemente impresionando por la belleza de Gray. Poco después, el joven conoce a un amigo del artista, Lord Henry, que le introduce en nuevos círculos sociales y le hace ver la vida de otra manera, con una filosofía hedonista extrema, en la que según el mismo reconoce, lo único que importa en el mundo es la belleza. Admirando el cuadro que su amigo le pinto, Gray desea quedarse para siempre como en esa pintura, tan joven y rebosante de vida.

Sabiendo que su belleza se marchitará de forma natural con el tiempo, Gray decide pedirle consejo a Henry, y encuentra la manera de no envejecer. Mientras él sigue manteniendo su espectacular belleza año tras año, maravillando a todos los que le conocen, el cuadro empieza a envejecer por él. Es un trato bastante adecuado y Gray lo acepta sin ponerlo en duda, aunque se arrepentirá de ello tiempo después cuando descubra que su búsqueda del placer hedonista le lleva a cometer actos terribles, incluso llegando al asesinato, lo que se refleja dentro del cuadro. Es su alma la que está allí representada, y cada vez es más oscura, por culpa de sus pecados y de su propio envejecimiento natural.

Personajes de El Retrato de Dorian Grey

El personaje principal sobre el que gira toda la obra es Dorian Gray, un joven de extrema belleza que comienza a disfrutar de los placeres hedonistas sin tener en cuenta las repercusiones que eso puede traer, mientras se mantiene igual de joven y el cuadro envejece por él. El otro gran personaje es seguramente Lord Henry, un aristócrata que es quien introduce a Gray en ese mundo de placeres lujuriosos donde todo es belleza y cada cual puede disfrutar como quiera. Algunos personajes secundarios son Basil, el pintor amigo de Dorian, que se encarga de crear su cuadro, y Sybil Vane, la chica de la que Dorian se enamora, y que le acompaña, aunque sin saberlo, en su descenso a los infiernos.  

Análisis y significado

Wilde trata temas muy interesantes en esta obra, que tiene reminiscencias de los clásicos griegos y romanos por su estructura y su formalidad. Se podría decir que, en parte, Dorian Gray es un poco el alter ego del propio escritor, aunque se sabe que Wilde no era tan hermoso. Sin embargo, la filosofía hedonista que desarrolla en la novela por parte del protagonista y de Lord Henry sí que tiene mucho que ver con la forma en la que él mismo vivía. El afecto que Basil siente por Dorian y la fascinación por su belleza se ha visto como una especie de homosexualidad velada, aún más sabiendo las inclinaciones del propio Wilde.

El tema principal de la obra es la moralidad, y como nos enfrentamos a ella en esta vida en la que los pecados se nos presentan a la vuelta de cada esquina, en una sociedad hipócrita que siempre pone buena cara pero que está podrida por dentro, como ocurre con Dorian y su retrato, que es quien carga con todo el peso de sus malas acciones. La idea de belleza como única cosa importante en el mundo es muy ambigua, ya que viene directamente desde los griegos, igual que el hedonismo. Sin embargo, es una idea que se corrompe cuando el ser humano busca el placer por el placer, y no por la belleza, por el amor y la forma positiva de las cosas, como intuía Platón. Estas ideas tan profundas y bien desarrolladas han permitido que El Retrato de Dorian Gray siga teniendo vigencia hoy por hoy, siendo adaptada en muchas ocasiones y tomándose como base para nuevos relatos e historias.