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El arte siempre ha encontrado muchas formas de salir a la luz, de mostrar las emociones y los sentimientos de los creadores, a través de sus historias. A veces tan sencillas como un solo cuadro, un fotograma o una escultura que nos deja sin palabras por su belleza y su imponente acabado. En otras ocasiones, a través de miles y miles de palabras que van conformando una historia intensa, densa y compleja a través de los diferentes capítulos de un libro. Artes ha habido y habrá muchísimas, desde la arquitectura, una de las más importantes en la antigüedad, hasta el videojuego. Aunque muchos no consideren a este último como un arte, lo cierto es que es una nueva forma de expresión y de contar historias. La tecnología sigue avanzando, evolucionando, y nos hace profundizar en nuevos medios para las mismas historias de siempre. Sin embargo, cada arte en particular tiene su propia visión de las cosas, y eso es lo interesante.
Una de las artes de más reciente cuño es el cómic, la mezcla perfecta entre el dibujo y la narración. El cómic como tal apenas tiene un siglo, pero ya ha demostrado ser un arte con mayúsculas, y no solo para adolescentes y jóvenes, como se pensaba hasta hace no tanto. Las historietas que encontramos en estás viñetas también han ido avanzando y evolucionando, no tanto por la tecnología sino por la propia sociedad. Es una de las formas de cultura más apegadas a la realidad, a pesar de que muchos de estos cómics tengan como protagonistas a superhéroes, seres de otras dimensiones o entes con poderes. La evolución de este tipo de historietas nos permite rastrear de una manera perfecta la de la propia sociedad que las acoge. Con sus peculiaridades en cada uno de los territorios donde se crean, desde el cómic europeo al americano, pasando por el manga japonés, este arte se está consolidando cada vez más gracias a la ayuda de otro gran medio como es el cine. Pero la historia del cómic es mucho más antigua…
El nacimiento de estas historietas
Denominado como cómic, historieta, tebeo o manga, al final todo alude a un mismo medio para contar historias, a través de una sucesión de imágenes que normalmente suelen llevar diálogos o textos. Hay precedentes muy antiguos del cómic, incluso en la Grecia Clásica, aunque las primeras historietas como tal datan de la invención de la imprenta, a finales del siglo XV. Por supuesto, este arte se fue desarrollando de forma marginal, como antesala a lo que veríamos ya en el siglo XX. Durante el siglo XIX muchos medios de comunicación incluyeron tiras, normalmente cómicas, dentro de sus páginas. Sin embargo, el cómic tomaría un nuevo impulso independiente en las primeras décadas del siglo pasado, especialmente tras la Gran Depresión. En aquel momento, en la década de los 30, se iniciaron multitud de publicaciones de cómic centradas en personajes que tenían continuidad a lo largo de las semanas y los meses.
Evolución del cómic
El nacimiento de esas publicaciones, normalmente revistas dedicadas a los jóvenes, supuso el empujón definitivo para el cómic como medio artístico. A lo largo de las siguientes décadas, hasta los años 50, el cómic evolucionó contando historias sobre superhéroes y villanos, sobre detectives peligrosos, y también de ciencia ficción y terror. Mientras tanto, en Europa, Francia y Bélgica se erigían como potencias en este tipo de arte, con representantes muy importantes que todavía hoy son considerados grandes maestros de las historietas. Tras pasar algunas décadas más oscuras, los años 80 marcan el resurgir del cómic americano, mientras el manga japonés se hace cada vez más popular en todo el mundo. Y todos tienen algo en común: las adaptaciones cinematográficas que llevan a expandir su círculo de lectores en aquellos tiempos.
Cómics europeos y de Estados Unidos
Como ya apuntábamos antes, existen diferencias notables en la manera de concebir el arte del cómic en Estados Unidos y en Europa. Hoy por hoy, debido a la globalización y a la mezcla de influencias, estas características no son tan llamativas, pero siguen existiendo, desde luego. El cómic europeo, que cuenta con ejemplos como Tintín o Astérix y Obelix, tiene un trazo mucho más fantástico, algo más infantil, más llevado al cartoon. Pasa lo mismo con el tebeo español, donde encontramos inolvidables historietas como las de Superlópez, Zipi y Zape o Mortadelo y Filemón. En cuanto al cómic americano, su estilo es más realista, más directo e incluso más sucio. Tienda a contar historias más complejas, destinadas al público joven-adulto, incluso con violencia y sexo descarnado. Las novelas gráficas, tanto a un lado como a otro del Atlántico, han servido casi como puente para ambos estilos.
El Manga japonés
Tampoco podemos olvidarnos del tercer gran estilo en discordia dentro del cómic internacional: el manga. Y es que las historietas creadas en Japón tienen su propio nicho de reconocimiento, por ser muy diferentes tanto a las europeas como a las americanas. Las revistas para jóvenes siguen siendo muy populares en el país nipón, y de ahí han salido los principales mangas que todos conocemos hoy en día, desde Dragon Ball a Captain Tsubasa (Campeones, Oliver y Benji), pasando por Sailor Moon, Sakura o Naruto. El manga japonés cuenta historias que tienen normalmente a jóvenes como protagonistas, con toques de surrealismo y fantasía, y un trazo en el dibujo muy característico. En muchos casos, estos mangas acaban convirtiéndose en animes, sus adaptaciones al cine o a la televisión, que los popularizan en todo el mundo.
El cómic en la actualidad
No cabe duda de que el cómic está de moda en nuestros días. Tal vez no sea la época dorada en cuanto a producción, o los mejores autores ya hayan quedado atrás. Sin embargo, seguramente gozan de una popularidad a nivel generalista que no habían tenido jamás. Los cómics de superhéroes se venden como rosquillas gracias a las adaptaciones en cine y televisión. El manga japonés sigue afianzándose y conquistando territorios en todo el planeta. Y por supuesto, el cómic europeo también sigue fortaleciéndose, mostrando una forma alternativa de contar historias. Solo tienes que darte un paseo por cualquier ciudad medianamente grande de tu país para encontrar alguna tienda de cómic. Antes era mucho más complicado tener las grapas semanales a tu alcance. Ahora, este mundo se ha vuelto más mainstream, y cualquiera puede interesarse por leer un manga o un cómic.